Portugal: Oporto

Capital del Duero

Una de las principales aficiones que tengo desde que tengo uso de razón son los viajes. Siempre me ha encantado viajar, relacionarme con gente de diferentes culturas, probar su gastronomía, volverme como ellos por un periodo de tiempo y es que “donde fueres haz lo que vieres”. Este año, no he parado de viajar, y me recuerda a mis inicios cuando únicamente tenía que preocuparme de estudiar y disfrutar. Ahora intento hacer lo mismo pero cambiando el “estudiar” por “trabajar”. Este mes, decidimos hacer un par de viajes dentro de la península, me fuí con mis amigas a Almería en furgoneta con el modo hippie activado, también al País Vasco a tomar “el fresco” y de forma totalmente improvisada decidimos irnos a Portugal. El año pasado pude disfrutar de Lisboa, un viaje que os enseñé algunas fotos en el blog y que disfruté con mi super amiga Marta. En esta ocasión, me fui con Rober. Él nunca había estado en Portugal y me parecía una locura no llevarle (o mejor dicho, me llevó él a mí…). Siempre que me voy con mi chico hacemos lo mismo, nos perdemos por la ciudad, paseos y caminatas que concluyen con broche de oro: gran cena degustando la gastronomía de la ciudad que visitamos.  En esta ocasión nos perdimos la Ribera del Río Duero, visitamos el Palacio de la Bolsa de Oporto, el precioso puente de Louis I, la Librería de Lello e Irmao, la Catedral de Oporto…y por supuesto que probamos el delicioso Bacalao y las riquísimas Francesihnas. ¡Y trajimos pastelitos portugueses! (No se nos olvidan los riquísimos pasteles de Belén! ¡Una delicia de ciudad en todos los sentidos! ¡Volveremos!

En cuanto al look, no quería pasar mucho calor así que decidí estar cómoda. Para mí eso se reduce en vestido y sandalias.  El vestido es de Lefties (super cómodo y viste mucho), labios y sandalias rojas arreglan cualquier look. ¡Besos desde España! ¡Volveremos Portugal!

Dress : Lefties / Sunnies : Rayban /